Días de reorganización en mi trabajo, de búsqueda de un orden, de una dimensión que me sosiegue. Pero sin éxito.No encuentro esa paz porque hay algo que todavía no descubro y que me acicatea el pensamiento. Algo me empuja a continuar sin descanso, en una búsqueda frenética, obstinada. Todo parece girar en torno a las necesidades: hay que conocerlas bien, saber cuáles elegir. Pero eso aún no lo logro.
Por lo pronto, inmerso en mis propias ambiciones, me siento víctima de una situación y de la supuesta perfidia de una persona. Aunque sé que uno suele caer en las telarañas que teje. Y esa, creo, es mi mayor bronca: no haber podido salir de esa red a tiempo. Pero al fin ocurrió. Ahora solo queda pagar el costo. Un éxito.
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