Te levantaste en el tiempo
y había un
entusiasmo espléndido:
los mejores caballos se habían disparado
y nadie atinaba a
enlazarlos.
los mejores caballos se habían disparado
Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...
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