Saliste a caminar
y, en el frío oscuro,
te diste cuenta
de que tus angustias
estaban extendidas
por todas las casas,
igual que el cableado
de la luz.
Caía el sol. Hablaban de lo lindo que sería ver un faro a lo lejos. Una gaviota, al ras del agua, enfrentaba el viento. Contaron l...
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