Una vez que salimos del sendero, ingresamos a los jardines del hotel, pasamos junto a la pileta y tomamos otro sendero que dice: "Cascada Guatambú". El camino es más llano. Vamos por un sendero que tiene a los costados cañas del tamaño de un árbol. Llegamos a un claro, un camino que cruza. Tomamos el sendero que se interna en una selva que baja y damos con la cascada. Agua de un color rojizo intenso. Ha llovido y lo traduce el caudal del salto cuando cae unos tres o cuatro metros a un piletón natural. Me concentro en los rojos del agua. Nunca vi algo así. Lástima que mi ánimo no es el más calmo. Tomarme fotos con mi hijo intensifica un nerviosismo bien aceitado. No me gusta registrar imágenes mías cuando no estoy en un buen momento. Sin embargo, lo hago: el tiempo borrará el recuerdo del nerviosismo y solo quedará la alegría de estar con mi hijo. Además, ese tono tan rojizo, me atrae. Me focalizo en él y por instantes cierto aire de amor y de sol entran a mi cuerpo; toco un bienestar muy deseado.
Volvemos a la calle que vimos hace un momento y caminamos en dirección al río. Así llegamos a un complejo de cabañas. Son de madera pero con un efecto de pulido sofisticado. Están enclavadas en la selva de manera de ofrecer las bondades de la naturaleza y el confort de la modernidad. Como no se ve ningún ser humano, indagamos por fuera. Luego vamos a la casa principal donde funciona la recepción de ese hotel y un restaurante.
Al pie de una escalera, nos saluda un joven. Se ofrece a mostrarnos el lugar. No veo a nadie más. La parte exterior del restaurante impacta. Se ve el río, más abajo, con un verde por momentos traslúcido. La elegancia del agua. Le pregunto al joven si podemos tomar una limonada. Desaparece y al poco rato viene una joven. La moza, sonriente, nos dice que tiene varias frutas, que inclusive puede mezclar, pero no limonada. Opto por un juego de ananá y durazno. Pero mi cabeza se arrepiente; es mejor el de ananá con melón. Sin embargo, no digo nada. Mejor no entrar en más forcejeos en torno a las elecciones y mis deseos.
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