Se fue a una casa en el bosque para tener un poco más de paz, pero su mente no le permitía tener esa paz que tanto deseaba. Su mente todavía estaba algo incómoda en su cuerpo y con la existencia misma se podría decir. Lo que pasaba es que su mente era el reflejo de sus grandes padecimientos. Los presentes y los pasados. Y no había forma de parar tamaña marea. Y no obstante él lo intentaba, día y noche, siempre confiado en que los métodos orientales podrían ayudarlo, o las meditaciones de todo tipo, o la vida monástica llegado el caso. Cualquier cosa que fuese útil para serenar a esa mente sería bienvenida. Un ciudad pequeña y medieval, por ejemplo, donde la gente no viviese ya y él pudiera estar alejado de todos para, después de mucho tiempo, hacerle entender a esa mente suya que ya podía parar, descansar, contemplar las cosas, estar sobre el pasto y no mucho más. Y por fin, un día nublado, fresco y con muchas otras condiciones promisorias, poder inhalar y exhalar con plácida confianza y salir por los caminos.
domingo, 31 de enero de 2021
sábado, 30 de enero de 2021
Una cuevita en el medio del jardín
Es como si algo en mí quisiera preservarme de lo que no puede tolerar, como si algo muy arraigado, pequeño y necesario estuviera constantemente a la expectativa de marcar sus deseos, sus necesidades más básicas, su extrema fragilidad, y por lo tanto su imperiosa exigencia a favor de un sentir nervioso y voluble. Es un pequeño sapo en una cuevita en el medio de un jardín con tierra muy negra y pasto escaso. Y más allá, toda una gran ciudad llena de excitaciones, ruidos, un rambla larga y amplia, mujeres de piernas largas y pelo prolijamente recogido y también mujeres sonrientes y carnosas y más pequeñas, faroles altos, gente, carteles de todo tipo y color y montones de experiencias que no pueden ser vividos.
miércoles, 27 de enero de 2021
Despedida
Mi madre cuando era más joven tenía un talento increíble
para atraer gente y después, cuando no eran fieles a sus deseos,
echarlos unos tras otros en un seguidilla de escenas lamentables
que no me fueron ajenas. De manera que es no es raro que,
cuando me llegó el turno y ella me echó a mí, yo haya buscado
un reemplazo, y que ese reemplazo ahora esté confundido en mi mente
con mi madre, y que mi madre haya dejado de ser para mí
lo que se supone que debe ser una madre, y que todo eso
me haya impactado en una forma que es imposible de medir
pero que yo, si lo tengo que hacer, calcularía en una proporción
mayúscula a la hora de explicar por qué no me puedo dejar
tranquilo a la hora de vivir cada día y sentirme querido,
seguro, confiado en que cada día tiene algo hermoso.
martes, 26 de enero de 2021
Dulce como la miel
Soñé que iba a un lugar donde había perros que ladraban y gente, gente grosera que andaba entre un montón de vasos pequeñitos de cerveza y muchos papeles por el suelo y más perros alrededor de ellos, y buitres, y más allá un mar turquesa con una arena muy blanca y palmeras bellísimas y una música japonesa dulce y tenue, que se escuchaba a lo lejos, y yo podía disfrutar de todo eso en una extraña reposera de playa de caña. Y cuando me desperté estaba bastante alegre.
lunes, 25 de enero de 2021
Metrópolis
Estás vos que siente todo y sufre todo
y está el mundo que impacta
continuamente con todas sus fuerzas
en ese cuerpo que permanece como
un arbusto ladeado y prometedor en la orilla.
sábado, 23 de enero de 2021
Soñé
miércoles, 20 de enero de 2021
De pronto
Te levantabas en lo de tu abuela,
era verano, las chicharras cantaban,
los regadores echaban agua al ritmo que tan bien
te hace, las hortensias estaban florecidas abajo de pinos
altísimos y gruesos que le daban el pie a los venteveos
a cantar, y te ibas a la escalera a recibir el sol
como siempre, y ya no necesitabas activar
la máquina, ningún pensamiento venía a embestirte
o a acompañar una incomodidad muy primordial tuya.
Solo contemplabas todo, y estabas bien.
lunes, 18 de enero de 2021
En el este
*
Decidimos subir
hasta la última roca
y ahora estás un poco
temerosa cerca del cielo
y los pájaros en el vacío.
Abajo está el pequeño puerto
y el mar como un mundo aparte.
*
Tu mano extendida pide
algo mientras la luz alcanza
la roca en lo alto.
En una suerte de terraza,
no muy lejos, están los frutales
de un jardín en parte cubierto por pinos
y una maleza desproporcionada.
Por las redes que tiene
desplegadas entre unos postes
es el jardín de un pescador.
*
Un gorrión sigue con su trabajo.
Salta por las rocas y después en el aire.
*
El viento sigue acariciándonos la cara.
Vemos rosas brillantes en el jardín
que contrastan con los cuerpos
de pequeños tiburones colgados
en señal de victoria.
Son sacados a veces del agua y expuestos
al punto que las sirenas dejan de cantar,
y los teros y los pájaros de los campos
se quedan mudos.
*
¿Qué voz se escucha
entonces en los campos?
Solo la voz de los frutos
cayendo de los árboles.
Pero no puede ser. No podría ser.
Aunque eso vimos hace años;
venían los pájaros y apenas
rozaban los duraznos,
los frutos caían.
.
domingo, 17 de enero de 2021
Agua de rosas
Así como la tortuga desarrolla
un deseo lento y proclive a la espera,
así deberías sostener las cosas un buen rato
para darles una baño con agua de rosas
o algo tan útil como eso.
sábado, 16 de enero de 2021
Homenaje a Ezra Pound
¡ Oh, todo perece, todo muere,
ni los ángeles nos salvan!
Nadie nos salva, nadie es capaz
de darnos buenas garantías.
El tiempo pasa sobre estas murallas.
La nubes con el viento también siguen.
¿Y nosotros debemos defender
lo ajeno y lo propio?
domingo, 10 de enero de 2021
Frutales
y eso tenía un encanto que persiste
al punto que muchas veces lo busco, lo llamo,
lo recibo apenas y lo retengo un tiempo
sábado, 9 de enero de 2021
Perfil
El agua golpea el muelle.
Ves una iglesia construida sobre los pilares
de un pasado bastante tergiversado.
Sos esa iglesia.
Abajo está el agua.
viernes, 8 de enero de 2021
Disney
Atravesabas los desiertos y no te detenían los mares.
Ibas a una velocidad constante y las gaviotas te indicaban
el camino, una música épica sonaba pero muy lejos.
No te daba la impresión de que algo pudiese fallar,
y así era, nada fallaba. Eras un león que atraviesa
lo que debe atravesar y después se pone a comer el gran
antílope que le corresponde. Algo así eras.
Y comías esa gran bestia y no te sentías mal por eso.
Comías y después ibas debajo un pequeño árbol de la sábana.
No había nadie que pudiera hacerte nada.
Y si lo hubiese, ese daño no te iba a significar mucho.
Eras un león, y los leones tienen una fuerza
que va más allá de cualquier dolor.
Y esos leones terminan hechos monumentos,
soberanos tremendamente fuertes, capaces
de ser un símbolo de algo que puede abarcar mucho.
Algo con capacidad de aplastar a los demás y reinar.
Y algo así eras.
martes, 5 de enero de 2021
Programa
Ir en bici hasta el fondo del lugar,
sentarte a mirar el campo y a esperar
que los pensamientos se aquieten,
que cada cosa empiece a ser por sí sola,
que los objetos del paisaje resalten al punto
que no tengas nada que decir.
Sábado
Día cálido de sol y un viento tenue. Me levanté y después de mirar como tantas veces por el balcón los edificios que me acompañan desde ha...
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