viernes, 29 de enero de 2016

Hoy en la playa


Hoy en la playa
mientras mirabas las nubes encerrar
lo que resistía de luz en el cielo
y apaciguar así el tono de las olas
y dos o tres personas gritaban entusiasmadas
por el golpe del agua en su cuerpo –que era voluminoso-
repetiste, ya no sabés cómo, esa tendencia
dualista que te lleva a encerrarte en dos posibilidades
y en consumir el tiempo en reiterar, una y otra vez
la fragancia de los que alguna vez escuchaste
como dotados de cierta autoridad
¿porque es eso lo que buscamos?
la autoridad en el prójimo para que destelle
algo, un poco, en uno, y de ese modo nos
mejore y nos vuelva más alados
como si las cosas pudieran
dotarse de un grado de perfección,
de pureza demasiado extremo,
como si las imágenes estuvieran enlazadas
y como si Dios fuera algo visible
más allá de uno.


martes, 26 de enero de 2016

El hombre más feliz del mundo

Dios como fuente de toda revelación
en mi ser que se amontona a la par
que crece en la luz de su imagen divina
que es imagen de otra cosa que no alcanzo
a vislumbrar.

No hay otra vía que el intentar
mejorar nuestro ser para después
tomarnos un café tranquilos
en algún lado donde se vea el mar
y lleguen las gaviotas cerca para espiarnos.

Las toninas son animales espectaculares.
Eso lo sé. Como también sé que las escolleras
tienen la fascinación de los viajes.
Que los transeúntes reúnen historias
que me gustaría conocer de los mejores
modos, en la forma de esos relatos solícitos,
relajados, en donde el que cuenta deja
que las cosas se expresen por sí mismas
y no por algún gesto dramático.

Hay en la lucha por insistir e insistir
un círculo que no sé para qué sirve,
no entiendo todavía la ganancia que tiene
la obsesión. Me imagino que es un no conformarse
con la realidad, o algo así. Me acuerdo de tantas cosas.
Ahora, sin ir más lejos, quisiera estar
sin retractarme todo el tiempo de lo que uno es,
de lo que uno hace. Si tan solo pudiera irme
del uno, del sentir por unos instantes
para integrarme mejor a un sentir más cósmico.
Pavada de cosa, me imagino. Como me imagino que para eso
tendría que meditar muchos pero muchos años,
en alguna montaña apartada como hace el hombre
más feliz del mundo. Ricard Mathieu, se llama
y habla de la felicidad en lugares modernos
y aboga porque seamos más altruistas,
más despojados de nosotros mismos.
Pero, claro, no es fácil ver una vela, que es lo
que por fugaces momentos veo, en uno mismo,
ahí mismo donde está el corazón y se forman las imágenes
y las ideas que después se proyectan en uno,
en la mente, todo el tiempo, de una manera que
no dejar de sorprenderme ni por un día.


Semillas perdidas en tiempos recientes

Pienso en cosas que incluyen la paciencia
y que son tan exigentes porque llevan cuotas
de frustraciones que sería mejor tener aprendidas
para después dejar que el bote se vaya.
El estanque espera su primavera mientras
sobre los potreros se lanzan loritos en busca
de semillas perdidas en tiempos recientes. 

lunes, 25 de enero de 2016

El melancólico

Las luces de la noche dejan de arroparte
en las frustraciones que ellos ni siquiera
perciben. ¿Existe un punto donde

los cuerpos adquieren otro sentimiento? 

Las peripecias del contrabando


Las ramas del sauce casi sienten el agua

mientras los peces intentan tocar sus ramas.

Hay un hilo por donde corre la araña, casi arranca la noche

y los pájaros todavía no duermen.

Lo veo todo desde una barra de un parador mientras me toca

el hombro un viejo que pronto me cuenta cosas

que disfruto. Me habla de las peripecias del contrabando,

de las odiseas de la pesca.

Religión


Sueño con un rancho consumiéndose

por las llamas en un paraje lleno de

carpinchos que jamás se retiran

cuando uno se los pide.  El espacio es atravesado

por ríos que pueden nadarse a caballo

con una precaución: tienen víboras

que crecen gracias a los roedores que ingieren por la noche.

Hay camalotes con flores preciosas y en pequeñas

islas palmeras quietas. En los alrededores veo

hombres que dominan los cuchillos

y se valen de máquinas y alambres.

 

Y después, un sentimiento más allá de lo posible.

Un espectáculo religioso, aunque más íntimo.

 

 

domingo, 24 de enero de 2016

Lapachos amarillos


Los lapachos amarillos al costado

del camino conducen a senderos

más pequeños que sostienen orquídeas

malvones y animalitos. Arriba, el cielo permite

a los pájaros otear el suelo. Las plantas se alzan 

como los soldados de un ejército

que resguarda unos cerros enanos

que al atardecer se vuelven azulinos

y después violáceos.

sábado, 23 de enero de 2016

Verdades totales


Esos carteles señalan rutas, lugares,

distancias, los giros. ¿Te acordás de esa

manera de querernos a la salida de los bares,

cuando éramos chicos y soñábamos con

cosas que nunca llegarían: la ruina

de los imperios, las verdades totales?

En el medio


Es rara la palabra.

Se empecina en decir algo

para que alguien la escuche,

aunque sepa que está en el medio

de una selva donde los únicos

que cantan son los animales.

 

 

Ahora el monte es atravesado

por una luz que sugiere

una presencia situándose encima.

 

 

 

viernes, 22 de enero de 2016

Es extraña la palabra


Es extraña la palabra y es

extraña la poesía: se la ve cargada

de imágenes que deben ser condensadas

en un cuadro que al mismo tiempo

es disfrutado por otros para que

de alguna forma adquiera sentido el

esfuerzo por comunicar lo que uno

siente rodeado de pinos, de cruces,

de esa luz que al mismo tiempo

rememora la costa.

 

Arriba de una capa de un rojo alto

A medida que el sol se alza más y más,
los trinos se apaciguan, o tal vez
es mi impresión la que le asigna a las cosas 
su carácter.

Las hormigas suben para generar
una incógnita que revela el conjunto 
gracias al fondo y a las sombras. 

Tenemos una noción del paisaje. 
O un descanso en su faz práctica
que oscila entre lo sugerido y lo oculto:
objetos tirados, basura que puebla el pasto
en busca de una armonía (que tal vez 
le otorgue al ánimo lo que tiene enfrente).

Hablo de un gris reflejado en la punta
de una lanza que va dirigida a un jabalí
que mira furioso arriba de una capa 
de un rojo alto.


jueves, 21 de enero de 2016

Las llamas al final del túnel


La tierra se ensombrece

y las nubes a caballo avanzan.

Se va el día y se enlazan las cosas

en la causa de su tiempo y creación.

Y cede la luz de la esfera celeste

que pone en estado de paz

a los recién nacidos. Lo mismo las

llamas al final del túnel

todas decrecen.

Las plantas benignas


En el comienzo, las cosas eran

violáceas y todas las plantas

benignas.

 

Después vinieron el resto

de los colores. Los colores que

quisiéramos para nosotros

si la vocación se apaciguase

y los hitos crecieran

como crecen las ranas:

a montones y por todo el verde.

 

Hay un reflejo del otro lado,

en el fondo de la laguna.

Nos conocimos primero y después

tuvimos el pan de la mañana

en su acepción más simple.

Llueve sobre los gatos

que ahora prefieren lo furioso

del verde y la relación con

los pájaros en la mitad del parque.

Y no hay otros ruidos. Es el monte

en su dimensión fantástica.

miércoles, 20 de enero de 2016

La última de las playas conocidas


Cae la lluvia sobre los que van

con sus cabezas exaltadas en la última

de las playas conocidas donde ves un montón

de arena y los caballos, que buscan referencias,

encuentran el agua y la tocan.

martes, 19 de enero de 2016

Un sendero con petiribiés

Desembocás en un sendero que tiene
petiribiés a los costados y termina
en la laguna conocida donde los peces.

El lugar me evoca los tiempos
cuando me perfumaba lo suficiente

como para amar a las sirenas. 

lunes, 18 de enero de 2016

Un dibujo

¿Existe un dibujo que alguna vez se
esbozó para que las fábulas provenientes

de las zonas altas de las islas se conozcan?

Tiene el lugar

Aunque por el viento
las copas de los árboles se mueven
algunos pájaros permanecen.

Es su forma de estar sin decir. 

Abajo lo dicho: un jardín con plantas voraces
que se despiertan con el sol
y se duermen con la luna.

Tiene el lugar una nube
de mosquitos y montones de ranitas
que están quién sabe dónde, 
y gatos que disfrutan de los árboles
que a su vez disfrutan de los pájaros 
de todo tipo y color.

Y también comadrejas y roedores.

Y un agua calma y casi verde
que invita a tirar piedras.

más abajo, en el final de la barranca
la sobriedad de los pastizales
que apenas se mueven.



domingo, 17 de enero de 2016

El sur de la ciudad

En el sur de la ciudad había colinas
y estaba el río para que uno lo disfrute,

Aunque todo condicionado 
a un escenario con seres en donde
predominaba la gula y el descontrol amoroso.

Ángeles

Las imágenes permanecen sobre nosotros 
como ángeles que por momentos se dispersan
y por otros se unen para mostrarnos 
que son capaces de armar figuras en el aire. 

La tentación


Mi tío mientras pasea a su perro me habla
de la posibilidad de establecer un discurso
que tienda a descreer de su propia capacidad
para alcanzar el volumen que tienen las cosas.
Los árboles detrás mejoran su monólogo
y su perro Alfio, un labrador, permanece atento 
a otro perro que pasa.
La mayoría de la gente ni nos mira

y yo estoy tentado a ver mi reloj.

Estado del tiempo

Una carga me comprime hasta un punto
que me eleva de donde estoy obligado a vivir
como un pájarito que recorre las ramas de un árbol
del que ignora el nombre.

Las plantas por todos lados crecen
las aves carroñeras siguen como siempre
y los cementerios reciben gente apesadumbrada

por las pérdidas.

sábado, 16 de enero de 2016

Los caballos

Los caballos se desbocan por calles
con límites difusos gracias a la niebla
que envuelve estos días de invierno
que no rugen, ni hablan, ni muestran nada
que no les sea propio.
                     
Más allá, un bote reposa

Leones marinos gozosos

Al amanecer, cuando el río está quieto
una mujer se posa en las rocas
y desde ese lugar se peina mientras canta.

Y como sus cantos son espectaculares 
muchos pescadores se acercan temprano
y se extienden como leones marinos

gozosos sobre la arena.

Un espacio

Un espacio atravesado por múltiples
potencias que no sabemos de dónde
provienen. Así, digamos, se crean los 
hechos en el jardín de mi tía Eleonora.

viernes, 15 de enero de 2016

Tocarse el hocico

Un potrillo va hacia el lugar
donde se juntan los caballos para
tocarse el hocico. Una bandada atraviesa
el cielo. Hay un talento diseminado por
tu cuerpo que ahora, que es tiempo de dormir,
juega con los gatos que nos arrojó el vecino
sin ningún tipo de contemplación

por el único ritual que nos justifica.

Los laureles

Los laureles en las estatuas
se marchitaron y nosotros nos
acomodamos junto a los árboles
para dormir bajo el cielo.
Más tarde, estuvimos como nos gusta,
como quien no quiere la cosa

pero disfruta mucho el contacto.

A la espera

La laguna está llena de tarariras
que saltan de tanto en tanto.
La luna se refleja en el agua
y crea una escena que se vuelve
mejor a medida que escuchamos 
pequeñas olas golpear el muelle
donde estamos a la espera
de que algo o alguien aparezca.


Crece según le conviene

Percibo a veces, en inusuales momentos de ternura,
niños en la plaza que se prestan sonrientes las cosas.
O esa flor, en una pradera llena de flores,
un día de calor que promete encuentros
durante noches donde los grillos cantan.
Y cada día, el río cada vez más profundo,
y lo que debería estar donde
los pájaros levantan el sol
que crece según le conviene

jueves, 14 de enero de 2016

Una fantasía

Las personas se acercan unas a otras,
y las fuentes de las plazas se encienden cuando pasás 
y por un momento creo que me vas a mirar

hasta que se inicie una fantasía capaz de 
crecer y perderse. 

Imagen de una laguna

La laguna está llena de tarariras
que saltan de tanto en tanto.

La luna se refleja en el agua
y crea una escena que se vuelve
mejor a medida que escuchamos 
pequeñas olas golpear el muelle
donde estamos a la espera
de que algo o alguien aparezca.


Lo que crece según le conviene

Percibo a veces, en inusuales momentos de ternura,
niños en la plaza que se prestan sonrientes las cosas.
O esa flor, en una pradera plagada de flores,
un día de calor que promete encuentros
durante noches donde miles de grillos saltan.
Y cada día, el río cada vez más profundo,
y lo que debería estar donde
los pájaros levantan el sol

que crece según le conviene.

Las personas se acercan

Las personas se acercan unas a otras,
y las fuentes de las plazas se encienden
cuando pasás, y por un momento creo que me vas a mirar
hasta que se inicie una fantasía capaz de crecer y perderse

miércoles, 13 de enero de 2016

Algunos tigres

Algunos tigres juegan en el palacio 
que se alza para demostrar que existen espacios 
que se entrecruzan con el presente 
e intentan influir en nosotros.

Cuando el hombre reza persigue 
eso que no tiene explicación.

Pero lo hace para tener un libreto 
que explique lo inexplicable, aunque falle.

Era bella

Estaba junto a las flores con una prestancia
que daba cuenta de su talento para seducir con su desgracia
y atacar así a quien decidido la llenaba de besos 
y de inmediato caía en su trampa. 
Era bella pero hoy exhala más poder que entonces. 

Con ternura sonríen

Lo que alguna vez estuvo detrás, 
aparece sin que nadie sepa cómo 
para dar paso a un cortejo que va 
hacia los que alguna vez vivieron. 

Sus allegados lo siguen. 
Yo apenas los miro. 
Voy a permitirme ciertas ligerezas
como esos niños que cuando uno los mira
con ternura sonríen.


Entrelazan sus redes

Mientras las carrozas pasan
y los chicos acarician sus perros,
los pájaros se reúnen para ir 
a lugares que para ellos son el perfil de una rutina.

Más allá, en mi recuerdo, padre e hijo en una 
canoa entrelazan sus redes, complementan sus aciertos 
con sus desaciertos, siguen sobre el agua por donde 
algunos peces van en la tarde de un mes 
que suele ser esquivo para la pesca


Y arriba, en viejas ramas,
los batacacitos que de tanto en tanto cantan.  
Y más arriba, el cielo. ¿Irá a llover?

martes, 12 de enero de 2016

El río cada vez más lento

El río cada vez más lento
y vos relajada mientras lo que debería estar
donde los pájaros levantan el sol
crece según le conviene.

Las chicas usaban guantes, las chicas gomina

La niebla me mantiene alerta
sobre las casas que se esfuman
como todo lo que pertenece y puede desaparecer
de un momento a otro. Las chicas usaban guantes,
los chicos gomina. Estoy en el tiempo
donde llovía y las flores silvestres crecían
en la costa alta. Se podía ver el río casi
todos los días, y a veces areneros.
Un lugar húmedo y precioso.


lunes, 11 de enero de 2016

Anguilas flourescentes

¿Sos como una caverna que continúa
por ríos subterráneos llenos de anguilas

fluorescentes que nadan entre algas?

domingo, 10 de enero de 2016

Las raíces de un árbol pueden llegar a tocarme

Las cosas tienden a pasar, siguen un curso
que se modifica poco con el tiempo
y lo poco que cambia le lleva incontables días.
Y entonces vos aparecés y voy hacia vos
con la sensación de ser muy pero muy
pequeño, tanto que las raíces de un árbol
pueden llegar a tocarme
mientras duermo en un piso alto.


Las hormigas

Afuera, en fila, hay hormigas
en un lugar donde las ranas son
inmensas. Cada animalito adquiere 
los colores de las frutas
que en los árboles crecen.
En mi pieza, en un cuadro,
una negra sonríe de una forma
tan especial que incita a hombres y mujeres
a desear más a tener más, mucho más.




sábado, 9 de enero de 2016

Muñecas de jade

Los hombres que caminan
por la costa miran hacia los
montes. Los pueblos deben crecer
dice un viejo que se ha criado cerca de allí
y ahora transita como puede las
categorías que trae el desarrollo.
A tal punto que los ríos al final
arrastran de todo. Y sin embargo
los laureles florecen en calles tocadas
por un rocío
que en verano te hace querer echarte a descansar

y los jacarandás tonifican las casas 
hechas por arquitectos solventes.
Ahí los chicos llevan sus cosas
de forma ordenada. Y aquí en casa
vivimos con cuadros de paisajes bucólicos
y por las repisas muñecos de jade.


De un blanco soñado

    Querías separar  la tensión del recuerdo  para que no pertenezca  a un lugar específico.   Pero separar los continentes  no es fácil.   ...